El hígado graso, también conocido como esteatosis hepática, es una condición cada vez más común, especialmente entre mujeres jóvenes y adultas. Aunque durante mucho tiempo se pensó que solo afectaba a personas con sobrepeso, hoy sabemos que también puede presentarse en personas delgadas, activas e incluso con hábitos saludables. La buena noticia es que se puede revertir con los cambios adecuados en la alimentación y el estilo de vida.
¿Qué necesita el hígado para sanar?
El hígado es un órgano multifuncional clave para tu bienestar digestivo, hormonal y metabólico. Cuando acumula grasa de forma excesiva, se vuelve menos eficiente en tareas esenciales como la detoxificación, la producción de bilis o el metabolismo de las grasas. Por eso, sanar el hígado graso no se trata de hacer dietas extremas, sino de darle a tu cuerpo lo que necesita para hacer su trabajo correctamente.
A continuación, te comparto alimentos y hábitos que pueden ayudarte a reducir la inflamación, mejorar la función hepática y sentirte con más energía cada día.
- Alimentos amargos y verdes oscuros.
Los vegetales amargos y de hoja verde son aliados del hígado. Estimulan la producción de bilis, ayudan a la depuración natural y aportan antioxidantes que protegen a las células hepáticas.
Incluye en tu dieta: espinaca, arúgula, kale, acelga, diente de león, berros, escarola y alcachofas.
- Alimentos ricos en azufre.
El azufre es un mineral esencial para las enzimas encargadas de desintoxicar el cuerpo. Favorece los procesos de depuración del hígado y ayuda a eliminar toxinas más rápido.
Incluye: ajo, cebolla, puerro, col, coliflor y brócoli.
- Fibra y alimentos fermentados.
Una microbiota en equilibrio reduce la inflamación y mejora el metabolismo de grasas y hormonas. La fibra nutre las bacterias buenas y los fermentados ayudan a mantener ese equilibrio.
Consume: linaza molida, avena, semillas de chía, chucrut, kéfir o kombucha casera.
- Grasas saludables, no restrictivas.
Muchas personas con hígado graso temen consumir grasa, pero el tipo de grasa es lo que importa. Las grasas saludables reducen la inflamación y mejoran la sensibilidad a la insulina.
Incluye: aguacate, nueces, semillas, aceite de oliva extra virgen y pescados como salmón o sardinas.
- Evita lo que sabotea al hígado.
Además de sumar buenos hábitos, es importante reducir los factores que saturan y dañan al hígado.
Evita o limita: alcohol, harinas refinadas, azúcar, aceites vegetales procesados, embutidos y productos ultraprocesados.
- Cuida tu descanso y tu nivel de estrés.
Dormir bien y manejar el estrés es indispensable. El hígado se regenera principalmente durante la noche y los picos de cortisol constantes afectan directamente su funcionamiento.
Prioriza: 7 a 8 horas de sueño profundo y prácticas que calmen tu sistema nervioso como respiración consciente, caminatas o journaling.
Receta: Ensalada tibia de kale, brócoli y aderezo detox de tahini
Una receta sencilla, llena de nutrientes clave para el hígado, ideal para disfrutar en cualquier comida del día.
Ingredientes:
1 manojo de kale (sin tallos, cortado en tiras)
1 taza de brócoli al vapor
¼ taza de cebolla morada en rodajas
2 cucharadas de nuez picada
1 cucharadita de ajonjolí.
Para el aderezo:
1 cucharada de tahini
1 cucharada de jugo de limón
cucharadita de vinagre de manzana
1 cucharadita de mostaza de grano entero
1 diente de ajo rallado
Sal y pimienta al gusto
Agua para diluir
Instrucciones:
- Masajea el kale con un poco de sal y limón durante 2-3 minutos hasta que esté más suave.
- Añade el brócoli, la cebolla, la nuez y el ajonjolí.
- Mezcla todos los ingredientes del aderezo hasta obtener una textura cremosa.
- Baña la ensalada con el aderezo y sirve tibia o a temperatura ambiente.
Este platillo es antiinflamatorio, rico en fibra, grasas saludables, antioxidantes y compuestos azufrados. Todo lo que tu hígado necesita para empezar a sanar.
Quédate pendiente porque seguiré compartiendo contigo información de muchísimo valor para tu bienestar.
Con cariño y más vida,
María Cervantes